Las mentiras de Humberto
Jorge Arturo Estrada García.
Coahuila se estremece. Los estruendos de las balas y de los escándalos político-financieros sacuden a la clase política y lastiman e indignan profundamente a la población. Humberto Moreira, el ex gobernador sigue en el ojo del huracán. Su nombre y sus palabras generan polarización. La tormenta política y mediática desatada por su paso por el Palacio Rosa, ha revelado vertiginosamente múltiples episodios de violencia, muerte, dolor, pánico, inseguridad, deshonestidad; también de colapso económico y social a lo largo y ancho de la entidad.
La tormenta ha arrasado con lo que encuentra a su paso, incluidos el primer año de gobierno de su hermano, y las oportunidades de desarrollo dinámico y armónico de los coahuilenses. Los efectos durarán 20 años por lo menos.
Humberto Moreira no quiere irse. No se resigna. Disfruta los reflectores y extraña el poder. Lo disputa y lo exige en Coahuila, y lo anhela y lo reclama a nivel nacional. No respeta ni códigos ni reglas, presiona y amenaza. Él tejió amplias redes de complicidades y demanda una tajada del poder. Se ha convertido en un personaje incómodo para la clase política. Lo mismo para su hermano el gobernador, que para el resto de los priistas del país.
Coahuila es un estado mágico. Desaparecen decenas de miles de millones. La delincuencia se arraiga en cada rincón de la entidad y lo corrompe todo. Y los culpables no aparecen. Y nadie se hace responsable. La clase política coahuilense enmudece. Humberto, se desmarca.
El mago como el político basan su arte en el engaño. Humberto es un maestro en el arte del engaño. Y también es un mago consumado. Es un prestidigitador. Nada malo pasó en sus cinco años de gobernador. Todo lo hizo bien. La culpa es de otros: Felipe Calderón, Rubén Moreira, los traidores, los adversarios políticos, los críticos, etc. Cada vez que habla siembra bombas, y busca que los escrutinios y las culpas estén en otra parte.
Sabemos que Humberto basó su carrera política en la audacia y la suerte. Sin escrúpulos, usó los recursos públicos, a su disposición, para avanzar. En 18 años, pasó de un oscuro cargo en la estructura educativa, hasta dirigir el PRI nacional. Fue secretario de educación, alcalde y gobernador, gracias a Enrique Martínez.
Su carisma, y las enormes cantidades de dinero que repartía le ganaron muchos adeptos y aliados. Llegó a construir una enorme base social y política. Decenas de políticos de todo el país le deben favores y apoyos económicos, para sus campañas y sus carreras políticas. Esa lista incluye desde gobernadores hasta alcaldes, diputados y senadores.
Opacidad y mentiras
El exgobernador anuncia que en los próximos días aclarará, al fin, en qué se gastaron los 36 mil millones de la mega deuda de Coahuila. En los últimos 16 meses, ha ofrecido hacerlo, una y otra vez. Humberto, el seductor de masas, se ha consolidado como un mentiroso.
Humberto insiste en que las obras respaldan el monto de la megadeuda. Revisando los textos de sus informes de gobierno y las transcripciones de sus discursos recogemos una colección de datos y cifras muy reveladoras. Y los números siguen sin cuadrar.
De hecho la cuenta pública del quinto año de gobierno tuvo que ser enviada dos veces al Congreso del Estado. Había unos pequeños errores ¡por más de 10 mil millones de pesos! Esta cuenta pública del 2010 hubo de ser maquillada y remaquillada, hasta que finalmente quedó con un sobregiro y una deuda de 20 mil millones de pesos.
Ni en el documento del informe, ni en el discurso en Torreón, ante sus invitados de la élite política del país, mencionó Humberto que ya habían contratado 24 mil millones de deuda pública. Y mucho menos, que ya se los había gastado.
Para despedirse, Humberto Moreira, organizó una fastuosa ceremonia para su quinto informe. Ante miles de invitados y acarreados expuso:
“En salud 5 años invertimos casi dos mil millones de pesos. Incluye 273 farmacias y 200 millones de pesos. En cinco años, construido o rehabilitado 10 mil espacios educativos con 2 mil 300 millones de pesos. 100 millones para terreno en Arteaga para ciudad universitaria de la Universidad Autónoma de Coahuila.
En cinco años, hemos aportado más de 2 mil millones de pesos en apoyos educativos
La inversión pública en este año fue de nueve mil millones de pesos. En cinco años de 35 mil millones de pesos. Somos el estado que más invierte recursos en su gente, de cada 10 pesos tres son para inversión en obra pública.
Seguridad. Mil millones de pesos en infraestructura, vehículos, armamento, telecomunicaciones y profesionalización.
402 puntos en el Estado que eran un conflicto vial con una inversión de 7 mil 320 millones de pesos, 87 puentes vehiculares, 127 avenidas y bulevares, 182 caminos rurales.
En cinco años en infraestructura cultural, más de 770 millones de pesos, 20 Museos, 14 bibliotecas o Infotecas, seis casas de la cultura, cuatro teatros, dos de ellos al aire libre y dos grandes teatros, el de Monclova y el que está por terminarse en Piedras Negras.
En turismo, 700 millones de pesos para crear más espacios turísticos.”
Es evidente que las cifras no cuadran. Y no llegan siquiera a los 20 mil millones de pesos en obras e inversión pública. Y eso, que en cinco años dispuso de 150 mil millones de pesos de presupuesto y deuda oculta. De nómina sólo gastó 60 mil millones en 5 años y contando al magisterio.
Las declaraciones de Humberto están plagadas de datos y cifras que recita de memoria. Pero, asegura que nunca pudo darse cuenta de que para cuando se fue al PRI ya había endeudado a Coahuila con más de 28 mil millones.
Cómo se construye una mega deuda
Reiteradamente, el ex gobernador se desmarca diciendo que no fue en su tiempo cuando se contrajo la deuda. Los documentos lo desmienten. De 28 contratos de deuda, sólo 6 contaron con autorización del Congreso y eran por un total de 6 mil 500 millones de pesos.
Año Crédito
2008 mil 800 millones de pesos
2009 5 mil 606 millones de pesos
2010 20 mil 778.5 millones de pesos
Subtotal 28 mil 084, millones de pesos durante el período en que Humberto Moreira fue gobernador.
2011 7 mil 356 millones de pesos, durante el interinato de Jorge Torres.
Total 35 mil 540 millones de pesos.
Además Moreira dejó deudas de 700 millones con el Fondo de Pensiones de los burócratas estatales por 633 millones, con los fondos magisteriales por 600. Y 550 millones con diversas instituciones educativas estatales: Cecytec, Tecnológicos Regionales, UAdeC y Universidades Tecnológicas.
Fuente: Auditoria Superior de Hacienda del Estado de Coahuila.
Además de decenas de miles de millones en adeudos con proveedores y constructores.
La deuda moral
Qué derecho tenía Moreira para hipotecar los recursos de los coahuilenses por 20 años, limitando sus oportunidades de progreso futuras. ¿Sus 87 puentes, 5 hospitales, 20 mini prepas, 20 museos y muchas banquetas, darán solución a los retos de desarrollo y competitividad que Coahuila y sus ciudadanos demandan para progresar en el entorno global de aquí hasta el año 2030?
Cómo explicar que en su gobierno la delincuencia organizada se apoderara del estado y que las policías no se depuraran. Los hermanos Torres Charles están señalados y uno de ellos prófugo por dar protección a los delincuentes.
Humberto mintió en su quinto informe, mintió en su cuenta pública del 2010 y siguió mintiendo y ocultando que se había endeudado por 28 mil millones de pesos y que ya se los había gastado. Y nunca ha explicado en donde quedaron todos esos millones.
Dimensionar la deuda
El estadio territorio Santos Modelo costó 1000 millones de pesos. El estadio de Chivas, Omnilife 2000 millones. El equipo Santos cuesta 1000 millones de pesos con todo y jugadores. Rayados y Tigres, casi lo mismo.
Con la megadeuda se podrían construir 18 estadios y comprar 18 equipos como los mejores de México. El Barcelona y el Real Madrid cuestan 13 mil millones de pesos, cada uno.
Con 36 mil millones puedes construir mil puentes como los que hizo Moreira. O, 23 mega distribuidores viales.
Una tienda Wal Mart cuesta 50 millones de pesos y emplea a 150 personas. Se podrían construir 720 tiendas y dar empleo permanente a 108 mil empleados.
30 kilómetros de metro subterráneo cuestan 25 mil millones. Se pudieron construir uno en Torreón, en Saltillo y hasta en Monclova.
Rubén, un año de sobresaltos y sin obras
Humberto gobernó Coahuila de manera frívola e irresponsable. Derrochó decenas de miles de millones e hipotecó el futuro de los coahuilenses. Su hermano Rubén está pagando las consecuencias.
Sin dinero, sin obras y enfrentando a la delincuencia con decisión, el nuevo gobierno completa su primer año. Rubén es mucho mejor perfil que Humberto. Sin embargo debe comprender que los retos que enfrenta demandan una nueva estrategia y mejores colaboradores y más comprometidos.
Rubén deberá bajar el ritmo de su agenda, dormir más horas y dedicar más tiempo a la reflexión y la planeación. Coahuila demanda un estratega en el Palacio Rosa, un líder que se gane la confianza, que afine la desvencijada maquinaria gubernamental que heredó. Que ya nadie meta la pata y se les escapen los reos y se pierdan los cadáveres. Que ya no se pongan excusas y se contraten de inmediato a los nuevos miles de policías que devuelvan la seguridad a los coahuilenses.
Y sobre todo, que comprendan que ya sólo les quedan 5 años para convertirnos en el primer lugar en educación del país, y que además se compita con estándares de clase mundial. La próxima gira internacional debería ser a Finlandia, Singapur, la India, Israel, Austin, Seattle y la Unión Europea.
Sólo así será recordado “como un hombre que gobernó con responsabilidad al estado... como alguien al que le tocó un momento difícil y que lo enfrentó con arresto, con decisión: un gobernante que actuó con responsabilidad ante el reto que asumió”.
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